El impacto de los programas de transferencia de ingresos en la reducción de las desigualdades sociales y económicas es innegable. En el caso de Brasil, Bolsa Família fue responsable de sacar de la pobreza a alrededor de 36 millones de personas desde 2003.
El beneficio hoy llega a 13,9 millones de familias, alcanzando prácticamente una cuarta parte de la población brasileña. De estas familias, el 93% de los beneficiarios de prestaciones son mujeres y, de ellas, el 68% son negras.
Este solo hecho permite a las mujeres tener un mayor control sobre los recursos familiares, el reconocimiento de su autoridad en el espacio doméstico y su percepción como ciudadanas, ya que –por las condiciones del programa– necesitan organizar documentos y perseguir sus derechos en un servicio público.
Pero es posible (y necesario) ir más allá y discutir la equidad de género de manera sistemática con hombres y mujeres de las familias beneficiarias, suscitando interrogantes y promoviendo reflexiones sobre los roles que desempeña socialmente cada uno.
Con ese objetivo, Promundo, con el apoyo del Fondo para la Igualdad de Género de ONU Mujeres, creó el proyecto “Promoción de la equidad de género en los programas de transferencia de ingresos” – que durante tres años desarrolló actividades y campañas educativas en comunidades rurales y urbanas de Río de Janeiro y Recife ( en colaboración con el Instituto Papai).
Los resultados son alentadores: mientras antes del proyecto el 75% de los hombres que participaron en el proyecto coincidían en que cuidar a los niños era parte de sus responsabilidades, al final de las actividades el 100% de los hombres participantes estaban de acuerdo con esta premisa. Y si antes el 35,5% afirmó que cuidar la casa, los niños y cocinar para la familia son las funciones principales de las mujeres, al finalizar las actividades este número cayó al 22%. Antes del proyecto, el 13% de los participantes masculinos dijeron que las mujeres no deberían tener voz en los gastos familiares y al final del proyecto el porcentaje de hombres que declararon que las decisiones sobre el dinero deberían ser tomadas exclusivamente por hombres cayó a alrededor del 8%.
En el caso de las mujeres, la percepción sobre su papel en las relaciones familiares y con los hombres también ha cambiado, como lo demuestran investigaciones cualitativas realizadas antes y después del proyecto. Las declaraciones que apuntaban a una cierta resignación sobre el papel femenino en el cuidado del hogar y de los hijos fueron sustituidas por una mayor comprensión de la responsabilidad de los hombres en estas tareas y del derecho de las mujeres a buscar una mayor independencia emocional y financiera.
Formando multiplicadores
“Estamos convencidos de que esta experiencia exitosa puede replicarse a gran escala en otros estados brasileños e incluso en países que tienen programas similares de transferencia de ingresos”, evalúa Vanessa Fonseca, coordinadora del programa de Promundo.
Y esta es precisamente la fase actual del proyecto: capacitar a profesionales que trabajan directamente con los beneficiarios de Bolsa Família para incluir la discusión de género en sus rutinas. Hasta el momento, más de 400 profesionales de organismos públicos y departamentos municipales y estatales fueron capacitados en Río de Janeiro y Nova Friburgo, en Río de Janeiro, Itararé, en São Paulo y Recife, en Pernambuco.
Para ayudar a estos profesionales en su trabajo, se elaboró el Libro de herramientas para promover la igualdad de género en los programas de transferencia de ingresos , con lineamientos y sugerencias de actividades. La publicación fue lanzada en Río de Janeiro el 30 de junio y, además de distribuirse entre los profesionales, está disponible en versión online . Junto con el kit de herramientas, se lanzó la Cartilla Dividiendo el Cuidado: Igualdad entre mujeres y hombres en el Programa Bolsa Família , que aborda temas relacionados con la equidad de género y será distribuido a los beneficiarios de Bolsa Família. El folleto también está disponible en línea .
Con base en la experiencia adquirida durante los tres años del proyecto, Promundo enumeró una serie de recomendaciones para promover la igualdad de género en todos los ámbitos, a través de una serie de políticas públicas, en particular el programa Bolsa Familia. Entre las recomendaciones están la incorporación de actividades que discutan las consecuencias de las normas de género para hombres y mujeres en los servicios públicos que forman parte del Programa Bolsa Familia; la inclusión de los hombres en la promoción de la igualdad de género y la articulación del debate sobre género con raza, orientación sexual y clase social.
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