Un artículo publicado en el periódico “O Globo” el pasado domingo (4/11) confirma que la división desigual de las tareas domésticas sigue siendo un gran desafío para lograr la igualdad de género en el país. Aunque las mujeres representan el 42% de la fuerza laboral en el mercado laboral, cuando se trata de la participación de los hombres en tareas de cuidado no ocurre lo contrario: las mujeres dedican entre 2 y 10 veces más tiempo a tareas de cuidado no remuneradas que los hombres.
Promundo se ha dedicado a producir conocimiento y movilizar a la sociedad y a los gobiernos sobre la importancia de la implicación de los hombres en las tareas de cuidado y paternidad. En 2012, se lanzaron la investigación “Hombres que se preocupan: un estudio cualitativo multinacional sobre hombres en roles de cuidado no tradicionales” y una campaña internacional sobre paternidad, “Men-Care” . En Brasil, la campaña fue adaptada y se llama “¡Tú eres mi Padre!” .
El estudio “Men Who Care” señala que las rígidas normas de género dificultan que los hombres acepten identificarse con tareas que tradicionalmente han sido delegadas a las mujeres. En general, los hombres que desempeñan estas tareas a tiempo completo lo hacen por una imposición o circunstancia de la vida, no por elección.
Aquellos que tuvieron experiencias positivas durante la infancia involucrando a otros hombres en el cuidado tienden a ser más equitativos en el futuro y sus relaciones matrimoniales son más saludables.
Los hombres que desempeñan profesionalmente actividades de cuidados, como enfermeros, bailarines o matronas, tienden a darle un carácter masculino a la actividad para adecuarse a su identidad masculina. Un hallazgo muy revelador de la investigación es que el contacto de los hombres en las tareas de cuidados y domésticas, Al igual que en la paternidad, parece ser un catalizador para que los hombres inicien un proceso de reflexión sobre las rígidas normas de masculinidad y cuestionen los roles tradicionales delegados a hombres y mujeres en la sociedad, adquiriendo una postura mucho más equitativa algunos de los principales beneficios y resultados. de la implicación de los hombres en las tareas de cuidado y paternidad son: avances en la emancipación económica de las mujeres; mejorar la salud de las mujeres y la salud materna; avances en indicadores de desarrollo infantil; reducción de la violencia contra las mujeres y los niños y mejora de la salud física y mental de los hombres.
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