El 29 de noviembre, el grupo participante del curso “Derechos humanos, género, violencia urbana y comunidades”, realizado por Promundo, concluyó las actividades del proyecto en el Festival Juvenil Rafael Braga – Claudia Silva Ferreira, que tuvo lugar en la Plaza del Conocimiento, en Nova Brasília, un grupo de favelas en Alemão. Los participantes del curso realizaron un taller de carteles e hicieron un tendedero con mensajes para combatir la violencia urbana y replantear positivamente a los jóvenes que viven en favelas.
El evento es parte de un proyecto del Foro de la Juventud de Río de Janeiro llamado: Militarización de las Favelas: impacto en la vida de los jóvenes Negr@s en alianza con otras organizaciones, como el Fórum Social de Manguinhos, FASE, IBASE, Fórum contra o Genocidio del Pueblo Negro, Rede Fale, Coletivo Papo Reto, Coletivo Feminista Luiza Mahin, entre otros. Su objetivo es llevar la discusión sobre la militarización de las favelas y el impacto de ésta en las vidas, principalmente de los jóvenes negros que viven en favelas, a diversos espacios urbanos de la periferia. En estos eventos se realizan talleres sobre diversos temas, como racismo institucional, presentaciones artísticas y culturales, exposiciones, talleres de turbantes, círculos funk, construcción de cartografía social, entre otras actividades.
Ese día también se organizaron manifestaciones para presionar la aprobación del PL 4471, que pretende poner fin al Auto de Resistência (“resistencia al arresto seguido de la muerte”), nombre utilizado por la Policía Militar para justificar el asesinato de jóvenes pobres. y negros en el contexto de una dudosa actuación policial. El proyecto de ley, si se aprueba, exige que todas las muertes llevadas a cabo por las fuerzas policiales en el país sean investigadas y que el oficial que disparó pida asistencia médica para la víctima, en lugar de intentar brindarla él mismo.
Exterminio de la juventud negra
El nombre del evento “Festival das Juventudes Rafael Braga – Claudia Silva Ferreira” es una referencia a dos casos recientes de racismo institucional que afectan directamente a la juventud negra.
Rafael Braga es un joven sin hogar que fue detenido durante las protestas de junio del año pasado. Portaba una botella de plástico de sol de pino que era considerado material explosivo, por lo que Rafael fue procesado y sentenciado a cinco años de prisión. A pesar de toda la movilización política y social en torno al caso y de que el examen forense determinó que el material no era peligroso, Rafael continúa cumpliendo su condena.
Claudia Silva es una mujer negra residente en Madureira que fue ejecutada arbitrariamente por la Policía Militar, quienes al percatarse de que era mujer arrojaron su cuerpo dentro del vehículo policial, deshaciendo la escena del homicidio, lo cual es ilegal. En el camino, el auto se abrió y el cuerpo de Claudia fue arrastrado por la calle, llegando desfigurada al hospital.
Las imágenes del cuerpo de Claudia arrastrado por el coche policial conmocionaron a la opinión pública, sin embargo cabe preguntarse cuántas “Claudias” no son asesinadas y violadas cada día en las favelas y periferias por las fuerzas policiales que se supone deben proteger vidas y no eliminarlas. .
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