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Acciones sobre género y sexualidad en las escuelas: enfrentando desafíos y retrocesos

Desde 2007, Promundo viene desarrollando acciones para promover la igualdad de género en las escuelas públicas de Río de Janeiro. Con ese enfoque, en 2010, pasamos a formar parte del Grupo Gestor Estatal del Programa de Salud y Prevención en las Escuelas – GGE-RJ/SPE, que está integrado por organizaciones de la sociedad civil y representantes de los Ministerios de Salud y de Educación de los Estados.


Responsable de articular socios y acciones en las escuelas de las diferentes regiones del estado de Río de Janeiro, el GGE-RJ materializa las ideas y objetivos de Salud y Prevención en las Escuelas – una iniciativa de los Ministerios de Salud y Educación, lanzada en 2003 fomentar acciones conjuntas para combatir la epidemia del SIDA. De esta manera, esperamos contribuir a la promoción de los derechos sexuales y reproductivos de adolescentes y jóvenes en nuestras escuelas, posibilitando la formación de espacios de libre discusión y reflexión sobre temas como el derecho a la salud, el género, la diversidad sexual, la etnia. -Relaciones raciales, reducción de daños y protagonismo juvenil. Además de las actividades con jóvenes, también se realizaron reuniones de capacitación y planificación de acciones en salud sexual y salud reproductiva con docentes de diferentes disciplinas y distribución de materiales educativos sobre temas de SPE.


Sin embargo, alcanzar los objetivos para los que fue diseñada la SPE no ha sido una tarea fácil. Además de la falta de disponibilidad de recursos para garantizar el trabajo en las escuelas, se ha impedido la difusión de materiales educativos diseñados para discutir temas como género, derechos sexuales y reproductivos y diversidad sexual. Por segunda vez en dos años, el gobierno vetó material para apoyar el debate. Después de las controversias en torno al llamado “kit antihomofobia” y su prohibición por parte del Ministerio de Educación, Cómics – Salud y Prevención en las Escuelas (HQ SPE) fue vetado por el Ministerio de Salud para ser utilizado por el programa y no puede ya no se utilizará en los talleres de formación de SPE. La justificación del ministro de Salud, Alexandre Padilha, fue que el material educativo – aprobado y recomendado por la anterior gestión del Ministerio – no había sido avalado ni estaba acorde con las “nuevas determinaciones” del ministerio en materia de prevención del sida. Al parecer, la prohibición está vinculada a la injerencia de grupos religiosos en el Congreso en acciones gubernamentales relacionadas con la sexualidad.


La sociedad civil se ha posicionado contra iniciativas que afectan la laicidad del Estado. Los responsables y técnicos del programa de sida también expresaron su preocupación por la cuestión. A principios de abril, la Dirección de ETS/Sida, Sangre y Hemoderivados/Secretaría de Estado de Salud se pronunció al respecto en una nota, en la que afirmaba que “la difusión de información correcta y la creación de contenidos de calidad sobre la transmisión de enfermedades de transmisión sexual son estrategias esenciales para abordar los factores de vulnerabilidad a estas enfermedades”. Es un desafío más para la respuesta brasileña a la epidemia de SIDA.


Obviamente, la prohibición y lo que representa –algunas de las barreras y prejuicios que giran en torno a las discusiones sobre sexualidad, derechos sexuales y derechos reproductivos en el país– van en contra de las tendencias de la epidemia. Según datos correspondientes al período 1980-2009, difundidos por el Departamento de ETS, SIDA y Hepatitis Virales (www.aids.gov.br/pagina/aids-no-brasil) del propio Ministerio de Salud, hubo un aumento en la proporción de casos de SIDA en hombres jóvenes que tienen relaciones sexuales con hombres. Además, la transmisión sexual es la principal forma de transmisión del VIH en la población de 13 a 24 años, representando el 59,3% de los casos. Otro 31% del total de infecciones entre los jóvenes se produce por compartir jeringas y agujas contaminadas cuando se utilizan drogas inyectables. En otras palabras, la falta de acceso a información correcta, adecuada y sin prejuicios sobre el SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual –como la proporcionada por HQ SPE– es una de las muchas condiciones que favorecen la vulnerabilidad al VIH/SIDA, así como la falta de del acceso a insumos de prevención o la existencia de estigmas y prejuicios.


Las posibilidades de acción en las escuelas son innumerables y desafiantes, pero, sobre todo, siguen siendo sumamente necesarias. Deben llevarse a cabo de manera sistemática, con cuidado y sensibilidad para abordar temas difíciles y enfrentar los prejuicios. El veto ministerial al material educativo nos aleja aún más de este camino.


Danielle Lopes Bittencourt – Coordinadora de Proyectos en Promundo

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